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El Egoless

Según el diccionario de Collins, el Egoless, “es no tener ego, o no tener una visión exagerada de la propia importancia”

El ego entendido entonces como el hecho de tener una visión exagerada de la propia importancia, es un elemento que juega un papel fundamental en nuestras relaciones humanas en los distintos ámbitos en los que, nos desarrollemos y en los roles que desempeñemos.

Concentrándonos en el ámbito empresarial, en el desempeño de tu rol como colaborador, miembro de un equipo o líder formal en la organización. Actuar bajo el dominio del ego, puede llegar a lastimar el relacionamiento con nuestros pares, nuestro equipo, nuestros compañeros o nuestros superiores jerárquicos.

El ego nos puede llevar a asumir posiciones de superioridad, haciéndonos creer que sabemos que es lo más conveniente para el equipo de trabajo, para la empresa, para los pares, para los subordinados, con lo cual, puedo llegar a subestimar la inteligencia de las personas con las que trabajo, e incluso, la del mismo cliente externo.

El ego puede quitarle poder a la capacidad de aprendizaje, al alineamiento y al desarrollo de compromiso.

El ego es un arma de doble filo en acción, lastima a quien se le apunta y con la parte trasera del cuchillo hiere al que lo porta.  Si entrase en temas espirituales me permitiría deducir por lo que he aprendido, que el ego es la fuente que alimenta en mediano y largo plazo, lo que se conoce como el karma, “principio espiritual de causa y efecto”.

El Ego, definido por algunos autores como Guarnieri, es “la imperiosa necesidad de tener la razón”, nos pone frente a las siguientes preguntas:

¿Qué he perdido en el camino?

¿Qué me asusta?

¿Qué no está funcionando para mí?

“Si pusiéramos en una balanza, las oportunidades perdidas, las relaciones quebrantadas, el tiempo perdido en emociones negativas acumuladas, los actos realizados por servir al ego y su necesidad de tener razón, las vidas afectadas por la imposición de los criterios, pareciera mucho más productivo aprender a cultivar el egoless.”

Quien lidere un equipo, una familia, una organización, debería tener como requisito fundamental de actuación al egoless, revelando comportamientos de escucha activa, humildad, renuncia a interpretar o enjuiciar, logrando orientar a su equipo a través de preguntas profundas que los lleven a la reflexión, a la conclusión y resolución de problemas, dando valor a las personas que tenemos a nuestro alrededor o de las cuales, de su desempeño, somos responsables.

En las organizaciones hablamos mucho de la importancia del cliente interno o externo y diseñamos las mejores estrategias de calidad, de servicio y mejoramiento de la productividad, pero hay una, que es muy efectiva y es, cultivar el egoless en la organización, hacer que todos podamos ponernos en los zapatos del cliente.

En el mundo espiritual se diría, tomar distancia de mi deber ser, para conectarme con mi yo esencial, y desde el allí,  por la ley de la universalidad, siendo que, como ser humano soy único e irrepetible, por esta misma ley, soy parte de un todo.

El egoless, tiene una íntima relación con la compasión, una actitud verdaderamente comprensiva hacia los demás, según Boyatzis, “la compasión es un elemento esencial del buen liderazgo”, “la compasión tiene que ver con la estimulación del sistema de emociones positivas relacionado con los sentimientos de tranquilidad, seguridad, protección, y paz serena”.

Reto impresionante para un líder que se potencializa, si la compasión es tan importante sentirla para con los demás, es de suma importancia sentirla para nosotros mismo primero.

La compasión te sintoniza con tu equipo de trabajo. Gilbert, en su obra señala que la “compasión no es una amabilidad sumisa”, pues requiere establecer límites, ser honestos con el equipo, con el cliente. La compasión no es lástima, es respeto por las necesidades de nuestro equipo de trabajo y por nosotros mismos.

En muchas empresas, al equipo de ventas, se les capacita sobre la importancia de cumplir la promesa de valor con el cliente, indagar y satisfacer sus necesidades y no vender algo que no necesita, de hecho, es una teoría para la venta consultiva.  Si solo les enseñamos, esa teoría desde lo que realmente significa ser compasivo y que la compasión debe iniciar por uno mismo, quizá lograríamos un mejor desempeño en los equipos ya que habrían interiorizado el significado de la compasión y de actuar con el egoless hacia el servicio.

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